La sierra de Albarracín al sudeste de Teruel, hace frontera con la provincia de Guadalajara y Cuenca, y alberga multitud de lugares que no te puedes perder si visitas esta zona.
En el artículo de hoy, te comentamos 8 de los lugares imprescindibles que ver en tu visita a la Sierra de Albarracín. Amante de la naturaleza, de la cultura o de los viajes en familia… Todo encaja en el turismo a este lugar. ¡Los niños lo pasan en grande! Descubre qué ver en la Sierra de Albarracín.
1. Pinares de Rodeno
Es, sin lugar a dudas, uno de los parajes naturales más increíbles de Teruel y el primero en ser declarado paisaje protegido de la provincia.
Se caracterizan por las formas de sus rocas, que tienen unos colores rojizos y unos tamaños muy diferentes. Todo ellos rodeado de grandes pinos de color verde. Destaca en su paisaje las distintas gargantas formadas por el viento y el agua, conocido allí como taffoni. La propia erosión crea capas y dibujos en las rocas.
También es el lugar ideal para los amantes de la ornitología, ya que, en los Pinares de Rodeno, existen un pequeño paraíso de aves como búhos reales, águilas o halcones peregrinos.
2. Cascada del Molino de San Pedro
Uno de los ríos que pasa por la Sierra de Albarracín es el río Cabriel, cuyo entorno es precioso y sus aguas completamente cristalinas. Pues bien, muy cerca de su nacimiento está la ruta de los Ojos del Cabriel, donde se encuentra la Cascada del Molino de San Pedro.
Su peculiaridad es que la cascada tiene forma de herradura. Además, su frondosa vegetación hace que sea un lugar de lo más espectacular.
3. Sima de Frías
Tal y como pasa en los Pinares de Rodeno, la tierra se amolda gracias a la erosión del agua y del viento. Esta da lugar a simas impresionantes. Una de ellas esta en Frías, en plena Sierra de Albarracín.
Su situación es increíble, pero su tamaño más. ¡Tiene un diámetro de 80 metros y 60 metros de profundidad!
4. Monumento al nacimiento del Río Tajo
El Tajo es el río más largo de la Península Ibérica y nace, precisamente, en la Sierra de Albarracín. Pues bien, el escultor José Gonzalvo decidió realizar una obra escultórica impresionante como homenaje.
La escultura cuenta, a su vez, con tres pequeñas esculturas que representan las 3 provincias en las que se encuentra la Sierra de Albarracín: Guadalajara y el caballero, Teruel y el toro, y Cuenca y el cáliz.
Liderando estas tres mini esculturas, está el Padre Tajo, que con unas largas barbas representa la longitud tan inmensa del río.
5. Santuario de La Virgen del Tremedal
El Santuario de La Virgen del Tremedal es el principal centro de peregrinaciones de la comarca y la historia cuenta que probablemente fuera una ermita construida en el siglo XII o XIII.
Dentro, aún se conserva la imagen románica de la virgen. Hacia el siglo XVIII se amplió y reformó hasta llegar a ser el Santuario que es hoy en día.
6. Acueducto Romano
En la Sierra de Albarracín, también existen resto del pasado romano que hubo en la zona. Ellos fueron quiénes dejaron construidos el Acueducto Romano que a día de hoy se puede visitar.
Para ello, se debe optar por la ruta que pasa por Gea desde Albarracín hasta Cella. Sin duda, es una de las obras romanas más espectaculares de todo Aragón.
El origen es, muy probablemente, del siglo I y tiene distintos puntos que descubrir a lo largo del acueducto, desde la toma de agua y el túnel carretero, hasta la galería del azud y la galería de los espejos.
7. Sabinar de Monterde
Es uno de los paisajes más desconocidos de la zona, por eso queríamos nombrarlo en esta lista. Se encuentra en el municipio que lleva su nombre y ha sido declarado como Lugar de Interés Comunitario.
Se trata de un bosque de sabinas de más de 14.000 hectáreas, declarándose el más grande de Europa.
8. Celadas de Bronchales
Por último, no puedes irte de la Sierra de Albarracín sin ver las Celadas de Bronchales, donde lo que podría ser una zona llana sin mucho más se ha convertido en una zona de agua con multitud de formas.
La erosión de agua ha logrado estas simas, que dan una sensación de chimenea volcánicas, asombrando a todo aquel que la visita. Además, cuenta con una gran riqueza geológica, siendo perfecto para los más aficionados de la espeleología.
Dentro de las Celadas de Bronchales se encuentran las famosas rocas de rodena y fósiles, como son los de amonites, una clase de moluscos ya extinguidos. Esta zona de la Sierra de Albarracín permite conocerlos en plena superficie y saber un poco más de la vida que allí había.